Un pueblo transformador

El próximo 2 de junio de 2024, habrá elecciones en México. Llamar al voto dividido es no entender de qué se trata la película.

Se necesitan todas las fichas posibles en el Congreso.

Aún votando todo por Morena, hay un riesgo de división en el Congreso por la gran cantidad de prianistas que han sumado en sus filas y facciones internas.

La democracia, como nos la han vendido en la academia y los medios, afines o adoctrinados por la farsa hegemónica de la modernidad globalista, no existe. Los alcances del voto han sido sobrevalorado para ocultar otras relaciones de poder que se construyen dentro de los regímenes liberales.

Aún así, el voto sigue siendo un importante instrumento de lucha y resistencia del pueblo frente a las élites. El voto es un factor de poder, entre muchos otros.

El pueblo tiene el deber de usar el voto para empujar un cambio en la estructura estatal y los acuerdos elitistas.

Es decir, un pueblo que apuesta por la transformación, tiene el deber histórico de RADICALIZARSE si en verdad pretende cambiar la estructura del Estado, que tiende hacia el conservadurismo.

Llamar a la moderación del pueblo, implica beneficiar al bloque histórico de la derecha.

La política hay que entenderla en término de la lucha entre partidos, sí. Pero la política debe entenderse sobre todo, en términos de LUCHA DE CLASES, categoría que no suelen considerar en sus ‘análisis’, quienes ocupan espacios de privilegio en medios, academia y el Estado. Los intereses de estos personajes suelen estar en formar parte de la élite, más que concientizar al pueblo desde abajo.

El pueblo debe RADICALIZARSE para mover el curso de la historia, y debe aprender también a jugar sus cartas en el juego del poder. El voto es solo una parte de esa compleja estructura de poder que incluye otros factores como la acumulación de capital, el manejo de armas y los aparatos ideológicos.

Llamar a la moderación electoral dentro de los términos establecidos dentro del Estado liberal y burgués, solo beneficia a la élite liberal y burguesa que se ha apropiado del aparato estatal, más allá de colores partidistas.

Un pueblo verdaderamente transformador, debe ampliar su conciencia, comprender que la política y las relaciones de poder van más allá de los partidos políticos y el Estado, que son apenas la punta del iceberg. Las relaciones de dominación subyacen en la parte no visible de esa estructura.

La lucha política va más allá del Estado. Es una lucha por el control de la REALIDAD.

Un pueblo verdaderamente transformador tiene el deber de ver más allá de los moldes mentales que nos han sido impuestos desde el liberalismo.

En medida que esto ocurra, la transformación será real y no solo retórica.

Los invito a reflexionar y tomar en cuenta estas consideraciones a la hora de emitir su voto en las próximas elecciones que se realizarán en México.

¡Y el que tenga oídos para oír que oiga! 😉

::.

Acerca de manuelhborbolla

Poeta, filósofo y periodista, egresado de la UNAM. Creo que es posible transformar el mundo a través de la poesía.

Publicado el 27 May, 2024 en Política. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

Deja un comentario