Archivos diarios: 8 junio, 2012

La comunicación emergente: hacia un nuevo modelo de organización social

En el reacomodo de libros y demás, salió a la luz un trabajito que hice en la universidad en abril de 2010  y que, de algún modo, es un borrador del capítulo III de mi tesis profesional Sujeto y comunicación: bases de la transformación social. Les dejo este ensayo previo que tiene algunos datos y referencias que olvidé incluir en la tesis o que de plano ya no tuvieron cabida. Les comparto el texto que presenté como trabajo final para mi extraordinario en la materia de Análisis de la comunicación emergente.

El cambio de paradigma social

Son tiempos de ruptura, de cambios profundos que marcarán el comienzo de una nueva era. La civilización maya predijo que el mundo como lo conocemos terminaría por derrumbarse en diciembre de 2012, lo cual, a estas alturas del partido, no puede parecer más evidente, pues no cabe la menor duda de que el mundo en el que vivirán las próximas generaciones de seres humanos distará mucho del que vivimos actualmente, una vez que el sistema social emanado del proyecto de modernidad finalmente termine por colapsarse.

A inicios de 1600, Descartes declararía formalmente inaugurada la era moderna al separar las nociones de sujeto-objeto y establecer el predominio de la razón como un instrumento capaz de liberar al ser humano de las ataduras de las instituciones religiosas que utilizaron la figura de Dios para legitimar un poder político que se expandió durante siglos por toda Europa. Esta expansión de la monarquía europea, provocó la necesidad de construir una estructura administrativa que le permitiera a la corona poder ejercer un control más efectivo sobre su territorio, acto que irónicamente, terminaría abriendo las puertas para que la burguesía naciente asumiera el poder luego de que la expansión de las ideas emanadas de la Revolución Francesa. A partir de entonces, la razón se impuso como medida de todas las cosas, permitiendo el florecimiento de la ciencia moderna, la revolución industrial y la consolidación de un sistema capitalista vigente hasta nuestros días pese al evidente desgaste por el que atraviesan las estructuras sobre las que se sostiene el sistema económico.

La modernidad ha rebasado sus propios límites y por ello, podemos afirmar que su tiempo ha terminado. Expliquémoslo desde un enfoque funcionalista al estilo de Luhmann. El sistema social, al igual que cualquier otro, busca sobrevivir y expandirse. Una vez que no puede crecer más, el sistema cobra conciencia de sí mismo, por decirlo de alguna manera, y se da cuenta de que necesita reinventarse para poder garantizar su existencia. El sistema muere sólo para dar paso al nacimiento de un nuevo sistema que, tarde o temprano, habrá de terminar sólo para comenzar de nuevo, debido a que el tiempo es cíclico, tal como bien explica Nietzsche con su noción del eterno retorno. La monarquía inventó a la burguesía para crecer más allá de sus propios límites, y eso precisamente terminaría por imponer un nuevo sistema social llamado modernidad, el cual ha llegado a su límite máximo.

El agotamiento de este sistema es evidente en la manera en que opera el sistema económico vigente, el cual ha provocado, más allá de la creciente desigualdad social, una crisis ambiental sin precedentes, tal como queda de manifiesto con los efectos del cambio climático, fenómeno que ha provocado una revisión profunda de la estructura económica actual. El sistema económico no es compatible con la capacidad del planeta para renovarse. Tenemos un sistema económico lineal operando en un mundo que funciona a base de ciclos. Pongamos un ejemplo. Si una empresa como Coca Cola impone récord de ventas en 2008, en 2009 va a querer superar dicho récord, en 2010 igual y así sucesivamente, pues el capitalismo no conoce límite alguno. Este proceso, basado en un consumo excesivo, tiene un alto costo para el planeta debido a los altos gastos de energía que se requieren dentro del proceso productivo. Por ello, existen algunas propuestas económicas que plantean reinventar el sistema desde sus bases más profundas, incluyendo los criterios para establecer precios de algunos bienes. ¿Cómo ponerle precio a un árbol en medio de un bosque? Mientras una visión clásica de la economía establecería dicho costo basado en los principios de oferta y demanda, esta perspectiva no contempla todos los beneficios que implica ese árbol para equilibrar el sistema natural, tal como ocurre con la captación de agua y captura de gases de efecto invernadero (causantes del calentamiento global), por ejemplo. De ahí, que en las últimas décadas hayan aparecido términos como el de “mochila ecológica”, “huella de carbono” y más recientemente “capital natural”, los cuales pretenden integrar los recursos naturales con las leyes de mercado con el fin de restablecer el equilibrio perdido por la voracidad del sistema capitalista. Todo esto, implica cambios de gran escala en el mundo como lo conocemos, ya que esto provocará cambios en nuestros patrones de consumo y la manera en que producimos energía, lo cual a su vez cambiará las relaciones de poder entre los países del mundo. Incluso, algunos especialistas como Serge Latouche empiezan a hablar sobre la posibilidad de que el descrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se convierta en un modelo de desarrollo que combata al consumo excesivo que prevalece hoy en día.

Del mismo modo, la propiedad privada (uno de los pilares del sistema económico de acuerdo con Adam Smith) empieza a ceder terreno frente a otras formas de propiedad colectiva, una situación evidente en el mundo del ciberespacio, donde la cooperación empieza a ser parte de un nuevo esquema de organización social sin precedentes, situación que sólo pudo ser posible a partir del vertiginoso desarrollo del internet.

En su libro Multitudes inteligentes: la próxima revolución social, Howard Rhiengold sostiene que “internet es el ejemplo de bien público artificial con mejores resultados de los últimos tiempos”, pues internet no es sino la “infraestructura que posibilita nuevos modos de organizar la acción colectiva a través de tecnologías de la comunicación”[1]. Esta afirmación del especialista en tecnologías de la información deja claro la manera en que el internet se ha convertido en un  detonante capaz de revolucionar las relaciones sociales mediante la creación de bienes públicos, ya que, tal como señala Lawrence Lessig, profesor de derecho en Harvard y Stanford, “el valor de internet no procede de una institución o compañía, sino de las innovaciones colectivas de millones de participantes”[2].

Este cambio en la manera de percibir muchas de las estructuras sociales que se creían intocables, ha permitido explorar otras posibilidades de la organización social, tal como explica Clay Shirky, quien considera que en un futuro no muy lejano, los grupos cerrados y compañías darán paso a redes más laxas donde pequeñas contribuciones juegan un rol importante y la cooperación fluida reemplaza formas rígidas de planeación, y donde el poder de las instituciones fluya de manera más horizontal[3].

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El ejemplo de Wikipedia

Hoy en día, son pocos los usuarios de internet que pueden negar los beneficios que arroja la cooperación de los usuarios en la construcción del conocimiento, tal como ocurre con proyectos web como Wikipedia, la enciclopedia libre, sitio que en poco tiempo ha logrado consolidarse como uno de los más visitados del mundo, casi a la par de buscadores como Yahoo, MSN y Google que ocupan los primeros tres puestos de la lista global.

Wikipedia se define a sí misma como una enciclopedia libre plurilingüe basada en la tecnología wiki. Wikipedia se escribe de forma colaborativa por voluntarios, permitiendo que la gran mayoría de los artículos sean modificados por cualquier persona con acceso mediante un navegador web, misma que surge  como “un esfuerzo para crear y distribuir una enciclopedia libre, de la más alta calidad posible, a cada persona del planeta, en su idioma, para lograr un mundo en el que cada persona del planeta tenga acceso libre a la suma de todo el saber de la humanidad”, según la visión de sus creadores[4].

Originalmente, el proyecto de la enciclopedia libre surge a raíz de la aparición de Nupedia en marzo de 2000, el cual fue dirigido por Jimmy ‘Jimbo’ Wales y Larry Sanger, editor en jefe, con el objetivo de crear una enciclopedia en línea de alta calidad, de código abierto y que pudiera ser modificada con la participación de académicos y eruditos de todo el mundo.

Sin embargo, la lentitud de los procesos burocráticos y revisión de contenido, provocó que Wales y Sanger decidieran iniciar un ‘pequeño proyecto alterno’ en el que usuarios de todo el mundo pudieran editar y escribir artículos que fueran revisados posteriormente por los especialistas, mediante la utilización de un código wiki, desarrollado por Ward Cunningham, quien definió dicho código, como «la base de datos en línea más simple que pueda funcionar»[5]. Fue así como Wikipedia, nació un 15 de enero de 2001 originalmente como un proyecto en lengua inglesa, aunque dos meses más tarde, en marzo de 2001, se inició la segunda edición del proyecto, la Wikipedia en alemán. El crecimiento acelerado de la Wikipedia, provocó que Wales y Sanger abandonaran el proyecto de la Nupedia, para enfocarse de lleno al desarrollo de la ‘nueva’ enciclopedia libre, misma que tomó su nombre de una propuesta de Sanger, quien se dedicó a establecer algunas pautas y lineamientos del sitio web, la cual trabaja con una licencia de documentación libre GNU (también conocida como GDFL), es decir, una licencia copyleft para contenido libre, diseñada por la Fundación del Software Libre, la cual estipula que cualquier copia del material, incluso de ser modificado, debe llevar la misma licencia. Dichas copias pueden ser vendidas pero, de ser producidas en cantidad, deben ser distribuidas en un formato que garantice futuras ediciones. Wikipedia es el mayor proyecto que utiliza esta licencia.

En síntesis, podríamos decir que Wikipedia es una enciclopedia, entendida como soporte que permite la recopilación, el almacenamiento y la transmisión de la información de forma estructurada. Es un wiki, por lo que, con pequeñas excepciones, puede ser editada por cualquiera, debido a su contenido abierto que utiliza la licencia GDFL.

A pesar de que la libre participación de la sociedad dentro del proyecto se ha convertido en el principal blanco por parte de la crítica, ésta es también su mayor fuerza, ya que la democratización del conocimiento a través de la interacción grupal de los diversos asentamientos humanos, es el motor principal de la sociedad de la información, en la que el acceso a ella y la participación ciudadana juegan un papel central, tal como lo expresa Armand Mattelart:

“El peligro para las ciencias de la comunicación está en la política de la tábula rasa: olvidar que somos el producto de construcciones anteriores (…) No puede haber una sociedad de la información o diversidad cultural, sin diversidad mediática y sin participación, porque esa es la definición que hacen de la comunicación estos medios alternativos: el acceso y la participación”[6].

En la misma tónica, el especialista en comunicación y nuevas tecnologías, Raúl Trejo Delabre, sugiere que aunque el proyecto de la enciclopedia libre es susceptible a tener fallas de fiabilidad, éste tipo de herramientas no pueden ser desechadas por la pedagogía, ya que de cualquier modo, brinda una excelente oportunidad para constatar algunos datos que faciliten el conocimiento por parte de los estudiantes.

“Como todo proyecto abierto, en Wikipedia existe la posibilidad de errores o engaños. Pero ese mismo carácter contiene los mecanismos para que la información allí disponible sea verificada y enmendada constantemente. En tan solo seis años, Wikipedia se ha convertido en referencia indispensable de la cultura contemporánea y es el proyecto intelectual más concurrido que haya existido jamás. Su diseño básico reproduce la estructura colaborativa en la que se desarrolla la creación del conocimiento. Vale la pena no marginar a la educación a distancia, y a la educación en todas sus modalidades, de experiencias como esa”[7].

La participación de la sociedad global en la construcción de Wikipedia, presenta un punto llamativo dentro del estudio de las ciencias sociales, ya que la democratización del conocimiento ha provocado que la gente se sienta comprometida a seguir generando nuevas plataformas para el desarrollo del conocimiento humano y por lo tanto, un beneficio directo tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto, de la misma forma que lo establecen otras ciencias como las matemáticas aplicadas, dentro de la ‘teoría de los juegos’[8].

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Los efectos sociales de las redes de comunicación

La participación ciudadana en proyectos de esta índole, podría producir algunos frutos en el futuro próximo, tal como señala el periodista James Surowiecki en su libro ‘La Sabiduría de los grupos: Por qué los muchos son más inteligentes que los pocos y cómo la sabiduría colectiva da forma a los negocios, economía, sociedades y naciones’, publicado por primera vez en 2004. Esto, debido a que la combinación de la información en grupos suele producir una toma de decisiones más acertada que las que podrían haber sido tomadas por un solo miembro del grupo. Según la tesis de Surowiecki, basada en un perfil económico y psicológico, no todas las masas son sabias, ya que para que esto ocurra es necesario que intervengan factores como la diversidad de opinión, pues cada persona debería tener información privada aún si es sólo una interpretación excéntrica de los hechos conocidos, la independencia del individuo, donde las opiniones de la gente no deberían ser determinadas por las opiniones de los que los rodean, la descentralización, donde la gente debería poder especializarse y recurrir al conocimiento local, y la Combinación, ya que existen algunos mecanismos para convertir los juicios privados en decisiones colectivas.

Si tomamos en cuenta los puntos de Surowiecki, el conocimiento al alcance de las masas podría ser un factor de suma importancia dentro del desarrollo de la historia del hombre, ya que esto podría abrir un camino nunca antes visto en la toma de decisiones de la sociedad en cuestiones de interés público, tal como lo referente al gobierno y el estado.

Esto es precisamente a lo que Rheingold ha denominado como multitudes inteligentes, es decir, grupos sociales que cuentan cada vez con mayor información a la hora de tomar sus decisiones debido al rápido crecimiento de las redes de comunicación, las cuales podrían explicar la rapidez con la que se generan los cambios sociales.

Si la sociedad es comunicación, como afirma Luhmann, esto podría ayudarnos a entender como el desarrollo del internet y de las redes de comunicación han logrado transformar a la sociedad global de principios de siglo XXI.

Kevin Kelly ejemplifica muy bien esta cuestión al comparar al internet con un cerebro humano, en el cual, se desarrollan una serie de conexiones y redes neurológicas capaces de construir mayores capacidades cognoscitivas, y donde cada aparato que se conecta a esa enorme máquina llamada internet sería comparable con cada una de las neuronas que constituyen nuestro cerebro[9].

La proliferación y el aumento de estas redes comunicacionales han ayudado a desarrollar un conocimiento colectivo que se manifiesta claramente en las nuevas generaciones de seres humanos. Mucho se habla, por ejemplo, de que los niños de la actualidad son cada vez más inteligentes que los de antaño, una afirmación que es necesario revisarla a profundidad para evitar caer en suposiciones carentes de fundamento. La diferencia entre un niño nacido en el siglo XXI y uno nacido a principios del siglo XX no estriba en su capacidad intelectual, que es básicamente la misma, sino en la manera en que las redes de comunicación han logrado influir de forma visible en el comportamiento de las nuevas generaciones. En otras palabras, podríamos decir que la construcción de estas complejas redes de información han hecho que los niños de la actualidad cuenten con una sorprendente capacidad de interpretar el mundo en el que viven. Algo lógico, si tomamos en cuenta que mientras a principios de siglo XX la información disponible para los grandes públicos estaba limitada al material impreso de difícil acceso en comparación al bombardeo mediático de la actualidad. Para los niños de hoy, basta apretar un botón para acceder a otras dimensiones de la realidad humana, sin importar ningún tipo de restricción espacial o temporal, lo cual, necesariamente, se traduce en una “inteligencia” por encima de las generaciones anteriores, lo cual es en realidad, un reflejo de la manera en que los procesos comunicativos son capaces de transformar la realidad social. Al respecto dice Arun Netravali, el entonces presidente de los laboratorios Bell durante 2002:

“Cuando sus hijos tengan su edad, una megarred de redes envolverá a la Tierra como una piel de comunicación. A medida que la comunicación se vuelva más rápida, más pequeña, más barata y más inteligente durante el milenio que comienza, esta piel, alimentada por un flujo constante de información (…) contendrá millones de sistemas de medición electrónica que controlarán ciudades, ferrocarriles y medio ambiente[10].

Y si estas redes son capaces de transformar a la sociedad de la manera en que refiere Netravali, se debe a la manera en que estas redes tienen la posibilidad de modificar la percepción de la realidad presente en la gente, en la sociedad. De ahí que este fenómeno sobre las redes comunicativas es sumamente interesante, pues en realidad, son una de las estructuras fundamentales sobre las que se construye la sociedad. ¿Podríamos imaginar o entender a nuestra civilización sin la aparición del alfabeto y la escritura? Por supuesto que no, y del mismo modo, es probable que en algunos siglos no podamos concebir a la civilización sin la existencia de estas nuevas tecnologías de la información que paulatinamente irán borrando los límites actuales entre el hombre y la máquina, tal como puede observarse hoy en día con la todavía incipiente nanotecnología que dentro de algunas décadas se convertirá en una práctica común en cualquier hospital del mundo.

Por ello, no resulta insensato asegurar que el internet es una de las bases fundamentales sobre las que se sostiene este cambio de paradigma social por el que estamos viviendo. Internet ha representado una apertura total de información susceptible de transformarse en un conocimiento colectivo capaz de transgredir el orden social vigente en nuestros días. Esto es fácil de explicar, ya que cuando una persona cambia su conciencia del mundo y la trascendencia de sus acciones, puede cambiar sus hábitos, el cambio de hábitos es capaz de transformar a las instituciones (tal como afirma Giddens), y la transformación de dichas instituciones con capaces de cambiar la realidad social.

Este cambio en el paradigma social representa importantes retos para la política y la manera en que se desarrollan las relaciones de poder, ya que al cambiar las estructuras fundamentales sobre las que se sostiene la sociedad contemporánea la política tendrá forzosamente que dar un giro, tal como afirma Sloterdijk con su concepto de hiperpolítica. Al respecto de este cambio que las nuevas tecnologías han propiciado en las nuevas generaciones nos dice Sloterdijk:

“Los jugadores del nuevo juego mundial de la nueva era industrial ya no se definen a sí mismos por la patria y el suelo, sino por medio de los accesos a estaciones de ferrocarril, a terminales, a posibilidades de enlace. El mundo es para ellos una hiperesfera conectada en red. El que accede a la clase de las tareas elevadas, la propia de los actores de la hiperesfera, empieza a tener que ver con lo grande de una forma muy distinta, una forma que no podía aprenderse en Roma, ni en Atenas, ni en los Lycèes y Gymnasien de la Europa moderna”[11].

Si el concepto del Estado como lo conocemos ha de sufrir un cambio sustancial, lo mismo debe ocurrir con la política, en la cual, los hombres ya no pueden seguir utilizando a otros hombres para reproducir un discurso dominante que ayude a las élites a mantener el poder, sino por el contrario, es necesario que la sociedad construya estructuras sólidas que permitan a los seres humanos inventarse a sí mismos construyéndose como sujetos autónomos, actores de sus propios actos, seres creadores capaces de darle un giro de 180 grados a nuestra definición de realidad social. Seres capaces de cambiar al mundo por medio de sus acciones. Por ello, es necesario que los seres humanos construyan un nuevo paradigma de sociedad a partir del entendimiento de que la sociedad es precisamente, una dimensión más amplia de la conciencia humana.

Fromm afirma en su obra El corazón del hombre, que el hombre actual se caracteriza por su pasividad y se identifica con los valores del mercado porque el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente. El hombre se ha convertido en un consumidor eterno y el mundo para él no es más que un objeto para calmar su apetito, pero lo más grave, es que la mayor parte de las personas que viven en el sistema actual, se han construido a sí mismos como objetos, como máquinas capaces de generar riqueza y reproducir un discurso, meros instrumentos que han ayudado a consolidar una dominación de la que ni siquiera perciben su existencia.

Según el autor, en la sociedad actual el éxito y el fracaso se basa en el saber invertir la vida. El valor humano, se ha limitado a lo material, en el precio que pueda obtener por sus servicios y no en lo espiritual (cualidades de amor, ni su razón, ni su capacidad artística). La autoestima en el hombre depende de factores externos y de sentirse triunfador con respecto al juicio de los demás. De ahí que vive pendiente de los otros, y que su seguridad reside en la conformidad; en no apartarse del rebaño. El hombre debe estar de acuerdo con la sociedad, ir por el mismo camino y no apartarse de la opinión o de lo establecido por ésta. Para funcionar bien, la sociedad de consumo necesita una clase de hombres que cooperen dócilmente en grupos numerosos que quieren consumir más y más, cuyos gustos estén estandarizados y que puedan ser fácilmente influidos y anticipados. Este tipo de sociedad necesita hombres que se sientan libres o independientes, que no estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que no obstante estén dispuestos a ser mandados, a hacer lo previsto, a encajar sin roces en la máquina social. Los hombres actuales son guiados sin fuerza, conducidos sin líderes, impulsados sin ninguna meta, salvo la de continuar en movimiento, de avanzar. Esta clase de hombre es el autómata, persona que se deja dirigir por otra.

Este concepto de ‘hombre máquina’, el cual aparece también en la obra de Herbert Marcuse y su noción de ‘hombre unidimensional’, es el mayor reto que enfrenta la sociedad actual. Alguna vez escribió el pedagogo brasileño Paulo Freire, que la libertad es conquista y no donación, y por ello, es necesario que el ser humano aprenda a pensarse por sí mismo y asumir la responsabilidad de sus acciones, a pesar de que sea más fácil y cómodo dejar que sean otros los que piensen por uno. El ser humano necesita más que nunca salirse del sistema, de esa jaula de hierro de la que hablaba Weber, de esa Matrix que mantiene preso al ser humano. Y en esta búsqueda y en esta conquista de la libertad, la comunicación y el desarrollo de las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental.

 

BIBLIOGRAFÍA

CIBERGOLEM. La quinta columna digital: antitratado sobre hiperpolítica. Gedisa Editorial. España, 2005.

FROMM. Erich. El corazón del hombre. FCE. México, 1983.

LUHMANN, Niklas. Complejidad y modernidad: de la unidad a la diferencia. Editorial Trotta. España, 1998.

MATTELART, Armand. La comunicación masiva en el proceso de liberación. Siglo XXI. México, 1988. Decimosegunda edición.

RHEINGOLD, Howard. Multitudes inteligentes: la próxima revolución social. Gedisa Editorial. España, 2004.

SLOTERDIJK, Peter. En el mismo barco: ensayo sobre la hiperpolítica. Ediciones Siruela. España, 2008. Quinta edición.


[1] Howard Rhiengold. Multitudes inteligentes: la próxima revolución social, página 74.

[2] Ibídem, página 82.

[5] Un wiki (del hawaiano wiki wiki, que significa rápido) es un sitio web colaborativo que puede ser editado por varios usuarios. Los usuarios de una wiki pueden así crear, editar, borrar o modificar el contenido de una página web, de una forma interactiva, fácil y rápida; dichas facilidades hacen de una wiki una herramienta efectiva para la escritura colaborativa. La tecnología wiki permite que páginas web alojadas en un servidor público (las páginas wiki) sean escritas de forma colaborativa a través de un navegador, utilizando una notación sencilla para dar formato, crear enlaces, etc, conservando un historial de cambios que permite recuperar fácilmente cualquier estado anterior de la página. Cuando alguien edita una página wiki, sus cambios aparecen inmediatamente en la web, sin pasar por ningún tipo de revisión previa. Los orígenes de los wikis están en la comunidad de patrones de diseño, que los utilizaron para escribir y discutir patrones. El primer WikiWikiWeb fue creado por Ward Cunningham, quien inventó y dio nombre al concepto wiki, y produjo la primera implementación de un servidor WikiWiki para el repositorio de patrones Portland (Portland Pattern Repository) en 1995. En palabras del propio Cunningham, un wiki es «la base de datos en línea más simple que pueda funcionar».

[6] Entrevista con Armand Mattelart, realizada por Johanna Puyol y publicada en la revista digital Rebelión.

[7] Raúl Trejo Delarbre. La nueva alfabetización: el e-learning en la lógica reticular y abierta de Internet.

[8] La teoría de juegos es un área de la matemática aplicada que utiliza modelos para estudiar interacciones en estructuras formalizadas de incentivos (los llamados juegos). Sus investigadores estudian las estrategias óptimas así como el comportamiento previsto y observado de individuos en juegos. Tipos de interacción aparentemente distintos pueden, en realidad, presentar estructuras de incentivos similares y, por lo tanto, representar conjuntamente un mismo juego. Los economistas han usado la teoría de juegos para analizar un amplio abanico de problemas económicos, incluyendo subastas, duopolios, oligopolios, la formación de redes sociales, y sistemas de votaciones. Estas investigaciones normalmente están enfocadas a conjuntos particulares de estrategias conocidos como conceptos de solución. La investigación en ciencias políticas también ha usado resultados de la teoría de juegos. Una explicación de la teoría de la paz democrática es que el debate público y abierto en la democracia envía información clara y fiable acerca de las intenciones de los gobiernos hacia otros estados. Por otra parte, es difícil conocer los intereses de los líderes no democráticos, qué privilegios otorgarán y qué promesas mantendrán. Según este razonamiento, habrá desconfianza y poca cooperación si al menos uno de los participantes de una disputa no es una democracia.

[9] Kevin Kelly sobre los próximos 5000 días de la «web». http://www.ted.com/talks/lang/spa/kevin_kelly_on_the_next_5_000_days_of_the_web.html

[10] Howard Rheingold. Op cit., páginas 111-112.

[11] Peter Soderlijk. En el mismo barco: ensayo sobre la hiperpolítico, página 68.